Mi origen como cruz, al igual que el resto de mis hermanas Taus, se remonta a la prehistoria, donde el hombre observa la bóveda celeste para identificar una constelación de estrellas conocida como Tauro.Desde los abrigos mediterráneos del levante ibérico, la representación del toro ha acompañado el caminar de cada pueblo, sus costumbres y sus fiestas. Y como de festejos hablamos al mencionar “Moros y Cristianos”, es menester comentar los inicios de esta fiesta tan arraigada en la villa de Vallada. Una procedencia tan sencilla y humilde como la mía.Corría el año 1980 y la Comisión organizadora de las Fiestas Patronales tenía por costumbre comprar vaquillas para la celebración de las mismas. Una contrariedad económica hace que en las arcas municipales no dispongan del dinero suficiente para costear los servicios prestados por la Banda de Música, y se decide pagar en especie regalándoles dos vaquillas. Una de ellas protagoniza un gran banquete y al culminar organizaron un desfile de Moros y Cristianos.Cuatro comparsas moras midieron sus fuerzas con dos escuadras cristianas… este año yo abandero a los nobles Caballeros que refuerzan el bando cristiano; una misma lucha, una misma raíz representada por la silueta de unas astas que simbolizan una T, de Cruz Tau.